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LIMALATINO

"¿ABORTO? ESO NO ES LEGAL EN ESPAÑA, CREO".

El bebé se queda tranquilo en su carrito en el pequeño salón del locutorio.  Tiene la carita serena y me sonríe. Su mamá, Dalila esta justo al lado, y eso transmite seguridad a la niña. Dalila toma los paquetes y yo le sigo hasta llegar a su coche.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dalila es ecuatoriana, tiene pelo y ojos marrones, un collar de flor colgado en el cuello sobre la camisa blanca. A los 37 años, ya es madre de tres hijos. Vive en España desde hace 15 años. Hace 11 años, tuvo un aborto.

 

 

 

 

 

 

 

Dalila empieza a conducir. Tiene que llevar unos paquetes a un locutorio cercano - tiene una empresa de envíos de correspondencia hacia Latinoamerica -, y me pide que la acompañe. No le gusta hablar del tema con su esposo al lado.

 

 

 

 

 

 

 

Ella no siente culpa, pero tampoco olvida lo que sintió: “La sensación que tienes en ese momento es de estar haciendo algo horrible, estoy matando a mi criatura. Le están haciendo daños. En ningún momento tienes paz y tranquilidad”. Sigue la descripción: “Ahora mismo no podría coger una tijera y matar a mi bebé.  Pero eso es lo que pasa cuando hacemos el aborto”.

 

 

 

 

Dalila cuenta que llegó en España con un hijo pequeño, soltera, y sin empleo. Luego conoció a su marido, y empezó a trabajar de auxiliar administrativa. Su jefa le había dicho que podría tener un ascenso, pero ella quedó embarazada y fue descartada para el puesto. El varón nació, y en poco tiempo, estaba embarazada nuevamente. “Y en ese momento, el riesgo de perder el  empleo nos llevó a mi esposo y a mí a la decisión de abortar”, confiesa Dalila.

 

 

 

 

Intentando salvar su relación y su trabajo, ella hizo la interrupción del embarazo. En el mismo dia, su esposo le dijo que estaba con otra mujer, y la dejó. En poco tiempo, la empresa sufrió recortes laborales y ella fue despedida. “Me quedé sin empleo y sin pareja entonces maté a mi bebé por nada”,  comenta. ”Si en algún momento una mujer decide abortar para conservar su relación, a ellos les da un poco igual”.

 

 

 

Después de unos años, volvió con su exmarido, y tuvo la hija menor. “Los años pasan, y las circunstancias cambian”, señala Dalila.  

 

 

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VIDAS INTERRUMPIDAS:

Historias tras la legalización del aborto en España

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La sala es toda blanca, decorada de modo leve y moderno. Por la ventana, la luz de la mañana inunda el ambiente. La clínica se ubica en una calle tranquila de la zona norte de Madrid, y casi no se escucha el sonido de los coches. En su oficina, me espera el doctor Sergio Muñoz con un traje quirúrgico.


Él cuenta que empezó a interesarse por el tema antes del 1985, cuando el aborto en España era completamente ilegal. Una conocida de su familia había tenido un aborto después de introducir perejil en la vagina.  “La gente si provocaba aborto en sitios clandestinos cutres y tenían muchas más complicaciones”, relata. Un drama mucho mayor de lo que es hoy, opina él.


Se metió en el tema. Hoy, aunque trabaje en una clínica autorizada y completamente dentro de la ley, se siente marcado por su elección. “La Administración es la primera de encargarse de marcarte bien. Ellos saben perfectamente quien son los médicos que hacen el aborto y donde trabajan”, afirma él. “Son los que te mandan a resolver los problemas, algunos gordos y difíciles, pero luego son los que menos te valoran”.


Según él, muchos médicos obstetras no saben realizar bien el procedimiento del aborto, porque todavía no se enseña eso en las facultades. La doctora Núria Izquierdo, del hospital Universitario Clínico San Carlos, confirma la información y dije que los alumnos de la graduación no aprenden el procedimiento.


 “Yo puedo hacer un parto o una estereotomía, pero hay muchos que no saben hacer el aborto”, dice el doctor Muñoz. “Y hay que asumir que se puede tener complicaciones graves”. Nadie nunca le enseño nada. No se aprendía en la carrera, tampoco en la especialización ginecológica. Él aprendió haciéndolo, en la vida laboral, y por eso afirma tener pasado por muchas más complicaciones. 


Objeción de consciencia 


Aunque este legalizado, el aborto está todavía muy mal visto en la sociedad médica, y los médicos no quieren realizarlo para no quedar marcados, explica el doctor Muñoz. Eso hace que una parte importante de los médicos del servicio público de salud sean objetores de consciencia. Es decir, recusen a hacer el procedimiento.


En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, fuentes de la Consejería de Sanidad apuntan que solamente el Hospital 12 de Octubre, en el barrio de Usera, no es objetor. No se obtuvo una respuesta oficial de la Consejería. En el hospital Clínico San Carlos, los médicos son todos objetores, según cuenta la doctora Núria Izquierdo. “Yo soy médica, y por los principios hipocráticas, no voy a ir en contra de la vida humana”, afirma. Las chicas que llegan al hospital solicitando la IVE legal son destinadas al centro de la Consejería  en la calle Sagasta, de Madrid, donde se tramita el procedimiento para realizar el aborto legal en las clínicas privadas, a cargo del Ministerio de Sanidad.


 “No se ha ganado el número de abortos en centros públicos, a pesar de que la ley planteaba que en los estudios universitarios de medicina se incluiría el tema del aborto para que los futuros médicos y psicólogos aprendieren las técnicas”, afirma Empar Pineda, de ACAI. Las estadísticas oficiales del Ministerio de Sanidad informan que un 91,04% de las IVE son realizadas en centros privados. Aunque significa una reducción en relación a años anteriores, el número demuestra que el aborto legal, en España, está todavía privatizado.

 

 

 

 

 

 

*Médicos abortistas se quejan de la discriminación que sufren en el medio sanitario

*Mujeres compran medicamentos en internet para abortar en su propia casa

*El número de abortos inseguros disminuyó tras el cambio legislativo

 

"ESTOY MATANDO A MI CRIATURA"

Texto, fotos, video y gráficos por Clara Roman 

 ABORTISTAS Y OBJETORES

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En 2013, en España se realizaron 2.053 diagnósticos de abortos legales registrados en sus hospitales públicos y privados. Los datos fueron extraídos de la encuesta de morbilidad hospitalaria del INE (Instituto Nacional de Estadística), que contabiliza anualmente todas las instancias hospitalarias en el país. De ese total, 1.155 fueran entradas con urgencia.


Los médicos consultados y entrevistados para este reportaje afirman que la mayoría de esos casos probablemente se refieren a complicaciones en los abortos hechos en las clínicas acreditadas, y que hicieron que las chicas recurriesen a hospitales cercanos. La encuesta del INE no contabiliza procedimientos hechos en clínicas extra hospitalarias, lo que excluye la gran mayoría de los casos de aborto legal.


Hoy, hay dos tipos de procedimientos del aborto más frecuentes en España, el farmacológico y el quirúrgico. En las clínicas autorizadas, las chicas pueden escoger entre dos procedimiento hasta la séptima semana. Después solo se realiza el quirúrgico.  


El método farmacológico consiste en ingerir, generalmente por via vaginal, pastillas de misoprostol, una

hormona sintética que causa contracciones en el útero. En pequeñas cantidades, puede ser utilizado para inducir al parto. El uso del Cytotec (la variante más conocida del misoprostol) como abortivo tuvo registros en Brasil  en la década de 1980 y se difundió por Sudamérica, donde el aborto es ilegal en la mayoría de los países.


Desde ahí, la práctica llegó en España con los inmigrantes sudamericanos. Hoy está extendida en todo el país, e se insertó en los procedimientos regulares del sistema de salud. En España es vendido en farmacias sujeto a prescripción médica, y solamente como medicina para ulcera, y es producido por Pfizer. En los hospitales, es utilizado para el aborto y la inducción, mediante una autorización para que se cambie el uso recomendado.


Fue algo que empezó como un método clandestino antes de pasar al sistema oficial. La doctora Núria Izquierdo afirma, que en el hospital San Carlos ellos tuvieron conocimiento del procedimiento justamente porque llegaban chicas – sobretodo sudamericanas –  con hemorragias. Luego, descubrieran que las hemorragias eran causadas por el misoprostol, una hormona sintética que causa contracciones violentas en el útero.  Después de un tiempo, pasaron a aplicarlo de forma controlada para inducir partos, o para abortos diferidos (cuando el feto muere en la barriga de la madre y se tiene que expulsar lo que queda).


Aborto clandestino hoy


Según la doctora, todavía llegan chicas con hemorragias: “Se ha tomado algo en su casa, y viene bastante malita, muchas veces con restos del feto”. Algo parecido informó doctor Muñoz: tras la legalización del aborto, hay muchas chicas que todavía compran pastillas por internet, y las toman sin indicación de un médico acreditado. “Muchas vienen aquí cuando no les ha salido bien, o bien porque he seguido con el embarazo, o bien porque no se fiaba de la persona que le dice para hacerlo”, afirma el ginecólogo Sergio Muñoz. Por hacerlo fuera del sistema, ese tipo de aborto es considerado ilegal. No hay una explicación única para entender porque se pasa eso. Falta de información,  miedo de la familia o mismo inmigrantes en situación ilegal que tienen miedo de recurrir al sistema público para hacer el procedimiento. O porque ya se pasaran las 14 semanas previstas en la ley, y la chica decide buscarse la vida por otros medios.


La encuesta de registros hospitalarios muestra 20 diagnósticos por aborto ilegal en el 2013. Desde 2007, fueron 220, siendo que en 2012, fue el número más alto, con 40 diagnósticos. El número puede ser mucho mayor, sin embargo. Según doctor Muñoz, las chicas llegan al hospital diciendo que les pasó un aborto espontáneo, sin comentar lo de la pastilla con miedo al castigo. Así, eses casos son registrados como otros tipos de aborto.


“Hay muchas veces que no registramos como aborto ilegal, no lo denunciamos, ni llamamos al juez”, afirma la doctora Izquierdo, sobre las pacientes que recibe con hemorragia por tener provocado un aborto en si misma con pastillas. Ella cuenta que las chicas dicen que les pasó un aborto espontáneo y, aunque la doctora sepa que la chica se introdujo la medicina, lo registra como aborto espontáneo, o aborto sin más especificaciones.


Ese tipo de aborto casero, aunque todavía pase, según los médicos, es cada vez más inusual. Los datos enseñan una realidad que puede estar vinculada a esa percepción de los médicos. Además de la clínica y del Hospital San Carlos, los ginecólogos del hospital 12 de Octubre también confirman la reducción de ese tipo de caso (aborto casero) desde 2010. Los registros de aborto no especificados, por ejemplo, tuvieran una queda de un 54% desde 2009, el último año antes del cambio legislativo. Desde 2007, los datos enseñan una caída constante. En 2007, fueran 8.554 registros. En 2013, solamente 2.774. Lo mismo pasa con los registros de aborto diferido (cuando el feto muere en el útero) y aborto espontáneo. Desde 2007 hacia 2013, los abortos espontáneos tuvieron una caída de 53% (de 13.938 para 6.563) y los diferidos, de 35%. (de 19.980 para  12.901). Desde 2009, la caída fue de 41% y 37%, respectivamente (vea gráfico al lado). 


La hipótesis es que parte de eses registros correspondan a abortos ilegales, hechos fuera del sistema, pero contabilizados de otra forma por el sistema público. El porcentaje de esos registros que, de hecho,  corresponden a los ilegales es difícil de calcular. Pero la caída podría indicar una caída de los abortos ilegales, o dichos inseguros en España, según los médicos entrevistados.


 La explicación es la propia legalización del aborto, que está cada vez más conocida y difundida. Y el otro, es la salida de inmigrantes de España debido a la crisis. Las inmigrantes, sobretodo latinoamericanas, responden por una parcela importante de los abortos en España. Según las estadísticas oficiales, apenas un 63,07% del total de IVES legales hechas en España en 2013 eran en mujeres españolas. Un casi 20% eran del continente americano, y cerca de un 16% eran de Sudamérica. En 2010, ese número fue de un 23,85% de personas del continente americano, y de esas, un 19,45% de américa del sur. En el mismo período, hubo una caída de -24% en el número de mujeres sudamericanas viviendo en España, y de 10% en el número de mujeres extranjeras en general, según la estadística de “padrón”, de INE, que trabaja con los datos de empadronamiento en los municipios españoles.


Según Juan Madrid Gutiérrez, director del Centro de Planificación Familiar del Ayuntamiento de Madrid, otra posible explicación para la caída de los abortos clandestinos es la liberación de la venta sin receta de la anticoncepción de emergencia (píldora del día después) en fines de 2009,  lo que evitó embarazos indeseados.

 













 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuatro años después de la legalización casi plena del aborto en España, en 2010, el país todavía se ve dividido en relación al tema. De un lado, asociaciones y sectores más conservadores lo ven como quitar la vida sin 

consecuencias. De otro, las personas que trabajan directamente con la interrupción voluntaria del embarazo, y que dicen sufrir con la discriminación por parte del propio sector público, o que se quejan de la poca atención que reciben. Aun así, datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) obtenidos para este reportaje demuestran que hubo una caída en el número de casos.

 

En 2010, la interrupción voluntaria del embarazo por deseo de la mujer, sin más justificación, fue liberada hasta la 14ª semana, además de los otros casos ya previstos por una ley de 1985 (salud de la mujer, violación, o cuando se presumiera la existencia de graves taras físicas o psíquicas en el feto). En los últimos años, sin embargo, las mujeres ya hacían el aborto legalmente diciendo que sufrían problemas de salud mental.

 

El aborto sigue siendo ilegal si se hace fuera de los centros regularizados para tal, o hecho sin el consentimiento de la mujer. Es decir, la figura penal del aborto ilegal todavía existe. La legislación prevé penalización para la mujer y para el sanitario que practica el aborto. Sin embargo, según el abogado José Antonio Valero, especializado en el tema, la mujer está despenalizada por la jurisprudencia.

 

Desde ese cambio, las mujeres pueden hacer el aborto gratuitamente a cargo de la sanidad pública. Cuando Dalila lo hizo, en 2004, tuvo que pagarlo, aunque lo en una tenga hecho en una clínica privada regularizada y legal. Según estadísticas del Ministerio de Sanidad con base en un formulario rellenado por las mujeres que hacen la interrupción voluntaria, en España se registraran 84.985 abortos en 2004. De ese total, un 96,7% fueron motivados para preservar la salud materna.  

 

El número de abortos registrados oficialmente creció un 36% hasta el 2008, cuando llegó a 115.812. En 2009, tuvo una ligera caída, pero el total se mantuvo alrededor de los 110.000 en los años posteriores. En 2012, tuvo su punto más alto, con 118.359, y luego volvió a bajar. En 2013, el último año con datos disponibles, el número bajo hasta 108.690.

 

Falta de información

 

En toda esta trama, el único punto en que están de acuerdo los que apoyan el libre aborto y los que están en contra, es que desde la ley  de la salud sexual y reproductiva, se legalizó la IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo), pero no se hizo nada más.

 

Si la ley de 1985 fue hecha con el propósito de reducir los abortos clandestinos e inseguros, la ley de 2010 fue hecha con el objetivo de poner a España a la par de sus vecinos europeos, y luego, ponerse de acuerdo con las normativas de la Organización Mundial de la Salud en lo que si refiere a sexualidad y derecho de las mujeres. La ley, además de las IVE, previa una inversión en información y educación sexual, para que se redujera sobretodo el embarazo no deseado. “No se puso esfuerzo en esa parte”, afirma Empar Pineda, portavoz de la ACAI (Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo) en Madrid. Según Pineda, “del punto de vista de información, las mujeres españolas están igual que estaban antes”.

 

“El aborto continua siendo un tabú, porque no hay ninguna información sobre él. Tú vas a un centro de información, tú vas a una facultad de Medicina, y hay información sobre mucha cosa, pero no sobre el aborto”, afirma Pineda.

 

Las mujeres que trabajan en el Centro Joven de Anticoncepción y Sexualidad, una ONG que recibe dinero del Gobierno para promover la educación e información sobre eses dos temas, afirman que la desinformación es, todavía, su realidad diaria.

 “Hay chicas que todavía creen que el aborto es ilegal, y preguntan eso cuando llegan aquí”, cuenta Raquel Hurtado, coordinadora del centro en Madrid. Según ella, hubo un caso reciente de una chica que les llamo porque le habían dicho en el centro público de salud que el aborto era ilegal, y que ella tendría que seguir con el embarazo. En foros en Internet, tampoco es difícil encontrarse con testimonios como ese. En un testimónio en el portal Enfemino, una chica afirma ter escuchado de una enfermera: "¿Aborto? Eso no es legal en España, creo”.

¡CLANDESTINO!

Dalila hizo un aborto hace 11 años, y todavía tiene malos acuerdos de la cirurgia que interrumpió su embarazo 

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RedMadre: Asociación pro vida ayuda a embarazadas con problemas 

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Tutor y editor: Antonio Rubio