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Una pulserita de piedras coloridas rojas y negras oscila en el tobillo de la pequeña Sole. Es un adorno utilizado para alejar el mal de ojo en los niños que se la ha colocado su madre, la colombiana Eli.

“¿Qué es eso? Eso son tonterías, cariño. Tiene que sacarlo. Reza mucho y tu bebé no necesitaras de nada más”, dijo Marion, con una voz maternal a Eli, la madre de Sole.

Marion es una de las coordinadoras de la Red Madre en Madrid, una asociación que acoge chicas que tuvieron problemas durante el embarazo, en especial, el abandono. Datos de la propia Red enseñan que en 2014 fueron atendidas más de 10.000 mujeres en España. En la Comunidad de Madrid, un 62% de las chicas son de Latinoamérica, mientras solo un 26% son españolas.

“Yo vivo aquí hace 16 años y tenía una relación de 12 años con un hombre. Cuando le dije a él que estaba embarazada, él me contesto que estaba con otra”, afirma L. M, mientras alimenta el bebé. “Entonces me dio unas pastillas  y dijo eran para que yo abortase”, cuenta la joven. “Pero yo estoy en contra del aborto. Para mí, un bebé es una bendición de Dios”.

El salón de la Red Madre está lleno de juguetes y peluches. Las paredes tienen colores de tonalidades pasteles y palabras como “mami”, “futuro”, “sueños”, “niños”, “amor”. Por sobre las mesas de los funcionarios, hay imágenes de santos.

“Yo me sentí sola, desprotegida, traicionada. Luego, mi contrato temporal acabó y yo me quedé sin empleo”, afirma la auxiliar de enfermería, de 31 años. En la Red Madre, tiene garantizado la leche y los pañales. Además, recibe apoyo emocional, psicológico y asesoría jurídica y profesional.

A fines de 2014, el Gobierno central destinó 210.000 euros para la Fundación Red Madre. En el mismo periodo, la Comunidad de Madrid destinó cerca de 300.000 euros para asociaciones que ayudan mujeres embarazadas o madres con dificultades. La Red Madre se posiciona claramente en contra del aborto. Asociada al Foro de la Familia, que promociona muchas ayudas en España, ellos tienen el objetivo de “salvar vidas”. Y en el futuro, ayudar a novatas madres con problemas.

“Aquí, las mujeres llegan con muchas dudas”, afirma Ignacio García-Juliá, director general del Foro de la Familia. Él cree que la maternidad está penalizada en España. “Toda la legislación española es para que la mujer aborte, sin dejar otra opción. Es una legislación muy contraria a mujer embarazada”, afirma.

Esperanza Puente, que trabaja diariamente recibiendo las chicas en la Red Madre, afirma que lo que hace a principio es solamente escuchar. “Las mujeres quieren que las escuchen, porque nadie lo hace. Ella tiene que descubrir ella sola lo que quiere”.

Luego, ella les explica cómo funciona las ayudas de la Red, y también las consecuencias del aborto. Puente cuenta que muchas madres que llegan para hablar con ella sufren con el síndrome del post-aborto, es decir, quedaran se traumadas por la experiencia de quitar el embarzo. “Aquí ayudamos todo el tipo de mujer. En los últimos años, están llegando chicas sin ningún tipo de creencia, pero que tienen la vida destrozada después del aborto”, afirma ella. “Ya me he encontrado con mujeres de 25 años con siete abortos. Hay veces que la herida del primero aborto es tan profunda, que mismo teniendo pasado mal con el primero, la chica siente que no se lo merece tener un bebé”.

Cuando una chica va a una clínica a abortar, recibe un material con informaciones sobre la ley, y un listado de instituciones que pueden ayudar a la maternidad. La RedMadre es una de ellas.

Juliá afirma que la Red es aconfesional. “Creemos que la vida puede ser defendida por principios antropológicos. La ciencia cada vez más llega a la conclusión de lo que hay dentro de la madre es un ser humano. Aquello que vas a ser ya es”, explica.

El Foro de la Familia defiende que la legislación vuelva a la redacción anterior a 1985, cuando el aborto era totalmente ilegal en España. Esa posibilidad prácticamente se acabó cuando en el pasado septiembre, el presidente del gobierno Mariano Rajoy retiró el proyecto de Ley de Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada, que permitía los abortos solamente en casos de violación y “grave peligro para la vida o la salud física o psíquica”. Al contrario de lo que sucedía en la ley de 1985, sin embargo, ese peligro tendría que ser identificado por un médico ajeno a las clínicas, lo que dificultaría el procedimiento. La retirada provocó la dimisión del Ministro de la Justicia Alberto Ruiz Gallardón, que había redactado el proyecto. 

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"La legislación española está en contra de la mujer embarazada"